Los blogs y las empresas, vistos por The Guardian

The GuardianEl diario británico The Guardian publicaba hace unos días un interesante artículo sobre la relación entre los blogs y las empresas, abordándola desde distintos enfoques. Y es que la percepción, por parte de las empresas, de la creciente presencia y relevancia de los blogs está provocando un mayor interés hacia este mundo que, en palabras del periódico, ya ha dejado de ser considerado como un foro para «pedantes insomnes en pijama».

Especialmente acertadas me resultan las palabras de Hugh McLeod : «El truco para vender está en no intentar vender. Tienes que respetar a la gente que te lee, son ellos los que vienen a tí. Los blogs son una forma fantástica de hacer que las cosas sucedan de forma indirecta, pero no tienen nada que ver con un mecanismo controlado que intente cambiar el comportamiento de la gente, que es lo que hace la publicidad tradicional.»

Con este énfasis en el respeto y la transparencia, el artículo repasa algunos puntos de vista de la relación blog-empresa:

* El blogger que actúa como «cara amable»: Robert Scoble es el rostro humano de Microsoft, y ha conseguido a través de su blog dar una imagen distinta de una compañía a base de una mezcla razonable de promoción basada en la información y autocrítica.

* El blogger que actúa como «topo»: citando a a Bow Street Runner (un policía que bloguea en secreto), habla de la posibilidad de que un empleado, desde dentro, dé una imagen distinta (y más real) de la compañía que la preparada por los departamentos de comunicación o relaciones públicas. Estas opiniones, si las emite alguien creíble desde dentro de la organización, dan al traste con todos los esfuerzos corporativos por cuidar una imagen.

* Los falsos bloggers: en castellano se dice que «se pilla antes a un mentiroso que a un cojo». En la blogosfera, con miles y miles de vigilantes, esto es aun más cierto. El artículo cita algunos ejemplos de empresas que quisieron hacer pasar por blogs lo que eran orquestadas campañas de publicidad. Cuando se descubrió que la pretendida transparencia y cercanía no eran tales, el efecto fué el contrario que el deseado.

* La conversación sobre la empresa y sus productos: nada puede evitar que tus clientes o que el público en general hable de una empresa o de un producto. La conversación tiene lugar al margen de la voluntad de la empresa. El artículo cita el ejemplo de HackingNetflix, un blog dedicado a la compañía de alquiler de DVD online Netflix, con más de 250.000 lectores mensuales. La empresa puede decidir si quiere participar en la conversación o no, pero teniendo en cuenta que tendrá que ser de igual a igual.

* Utilizar los blogs como medio: habida cuenta de la relevancia de la conversación, algunas empresas tratan de utilizar a bloggers reconocidos como medio para que hablen de sus productos o de ellas mismas. Es un camino complicado; los bloggers no quieren ver comprometida su independencia ya que en ella reside su credibilidad y la fidelidad de sus lectores, cansados de visiones amables e irreales. Lo cual no quiere decir que no se puedan relacionar con ellos, proporcionarles información o sugerirles temas. Pero no es una relación controlada: las empresas pueden esperar indiferencia, menciones relevantes (aunque siempre desde un enfoque personal, que puede no ser el que ellas desearían) o críticas furibundas.

Desde los escándalos corporativos de los últimos años (cita el artículo los casos de Enron o World.com), la gente desconfía cada vez más de las empresas y de los mensajes de sus directivos. Las fuentes más relevantes, y más dignas de confianza, son «las personas como tú». Ahora, esas personas tienen en los blogs un medio para contar su visión de la realidad, como contrapunto a la «realidad empaquetada» de los medios tradicionales.

Transparencia, credibilidad, equilibrio en la relación, conversación… son algunas de las coordenadas del mundo de los blogs. Una empresa puede considerar que los blogs son simplemente «páginas web personales sin ningún impacto». Pero esas «páginas personales» son la vía para que los individuos (clientes, empleados… cualquiera) puedan dar su opinión sobre sobre la empresa, sobre sus productos…sobre lo que quieran. Y si esos individuos desarrollan su credibilidad a lo largo del tiempo, su voz será más escuchada. Y si son muchos los que deciden participar en la conversación…

Vía | Enrique Dans