Espinof: así nace una marca de futuro de las cenizas de otras dos

«Mundos vivirán, mundos morirán… y el Universo DC no volverá a ser el mismo». Así se anunciaba en 1985 Crisis en Tierras Infinitas, una saga en la que DC se cargaba de un plumazo TODO lo anterior para intentar empezar casi desde cero y permitir que nuevos lectores se subiesen a sus cómics sin cargar con el peso de 30 años de historias cíclicas sobre los mismos personajes. Era respetuoso con ellas, pero a la vez miraba al futuro.

Uno, que siempre ha sido muy DCero, lleva pensando en esa frase desde que hace unos meses en WeblogsSL decidimos que Blogdecine y ¡Vaya Tele!, dos de nuestras publicaciones clásicas, no tenían sentido por separado. Íbamos a hacer chocar la WSL del pasado con la del futuro y morirían dos de nuestros mundos para que otro viviese. No sería del todo nuevo: conservaría la pasión, el criterio, las ganas de escudriñar en series, programas de TV y películas… Pero tampoco cargaría con los «pecados del padre»: si cine y TV cada vez se confunden más entre ellos, si vemos trasvase de directores de cine hacia la TV, si las cadenas ya son distribuidoras y estudios a la vez (hola, Netflix), ¿por qué mantenernos en la época en la que WSL quería tener un vertical por cada nicho?

Podríamos haber optado por el camino sencillo: hacer que una publicación se tragase a otra y continuar por un sólo camino. Pero sería reduccionista (blogdecine… «¿y qué pinta la tv aquí, si en el nombre pone cine?», diría un sector del nunca bien ponderado comentarista-random) y hasta demasiado agresivo. Como DC en lo 80, no es que una época ya no valiese frente a otra: es crear algo nuevo con todo el camino andado.

Y, vale, luego estaba el pequeño detalle de «Blog de», quizás el naming más lógico para la WSL de 2005, pero algo viejuno para la WSL de 2017. En aquel entonces eramos, con orgullo, un grupo de blogs de nicho: ahora somos el principal grupo de publicaciones especializadas online en español. Publicaciones en sentido amplio, mucho más allá de un formato blog: estamos en Youtube, estamos en Facebook, estamos en Instagram, estamos en nuestros sites… A todas luces, hace mucho que dejamos de ser «blogs», de igual modo que la DC de los 80, con sus Frank Miller, sus Alan Moore, sus Dave Gibbons, sus Dave McKeans y sus Grant Morrisons, no tenía nada que ver con la de años atrás. (Por cierto, si hay que ser algo en esta sucesión de símiles, me pido no ser Dan Didio).

Así nació Espinof, la unión de Blogdecine y Vayatele en un nuevo medio, una nueva marca. Por supuesto, se barajaron muchos nombres, se tuvieron en cuenta muchas variables (entre ellas, la de que los usuarios de uno y otro site que quisiesen estar a nuestro lado en Espinof lo hiciesen sin perder todo lo anterior) y se aprovechó para, además de unir a los dos equipos, realizar nuevas incorporaciones.

Queremos tener el mejor medio, y eso implica que no sólo vamos a estar en la web de Espinof, sino que pronto llegará un canal de Youtube (¿de verdad vamos a seguir hablando de cine y TV sólo por escrito?), ampliaremos nuestro foco a redes sociales (sí, seguimos creyendo que la publicación distribuida es una compañera ineludible de este viaje al futuro de los medios y no un obstáculo en él) y, en fin, muchas más cosas. Donde haya un medio de contar historias sobre cine y TV, allí estaremos.

Pero, claro, mantendremos la esencia: el gusto por el cine sin divisiones absurdas (y ahí tenéis nuestra selección de 101 clásicos para amar el cine); el amor a lo imperfecto pero maravilloso (ojo a nuestro repaso a los titanes de la serie Z); la consideración de la televisión como una de las mejores ventanas para entender el mundo (incluso a los preppers, ahí esperando el fin del mundo mientras National Geographic les graba); el análisis reposado de series que perdurarán en la memoria (Sí, Handmaids Tale lo hará; sí, Lindelof, tú también lo has conseguido esta vez) y…

bueno…

y David Hasselhoff.

Espinof es un inicio, no un final, y, desde luego, va a ser todo un viaje. Así que sólo me queda deciros una cosa: